La Fórmula 1 vuelve a la actividad tras la pausa estival en un circuito que representa uno de los desafíos más complejos de la temporada.
El clásico Zandvoort acoge el Gran Premio de los Países Bajos, una pista ubicada junto a las dunas de la costa del Mar del Norte y que recibió una importante puesta al día para volver a albergar la Fórmula 1 en 2021, después de 36 años de ausencia en el calendario.
El sinuoso trazado, de 4.259 metros y compuesto por 14 curvas, cuatro hacia la izquierda y diez hacia la derecha, conserva sus características originales. Sin embargo, lo que realmente hace único a esta pista en el calendario son sus virajes peraltados 3 y 14, con una inclinación de 19 y 18 grados, respectivamente, valores mucho más pronunciados que pistas míticas como Indianápolis.
Las curvas peraltadas no son habituales en la Fórmula 1, de modo que presentan un desafío inusual tanto para el monoplaza como para el piloto. Por descontado, también tienen su efecto sobre los neumáticos, ya que las mayores velocidades de paso respecto a los virajes normales los someten a fuerzas mayores.
Eso explica por qué los compuestos elegidos para Zandvoort son los tres más duros de la gama 2024: el C1 como P Zero Blanco (Duro), el C2 como P Zero Amarillo (Medio) y el C3 como P Zero Rojo (Blando).
En teoría, la degradación térmica debería ser un factor significativo, si bien dependerá de la meteorología. Los Países Bajos limitan con Bélgica, y las condiciones en estas latitudes pueden variar de un día para otro e incluso en el transcurso de una misma jornada, por lo que el verano no implica necesariamente temperaturas cálidas y sol.
El registro promedio del mercurio en Zandvoort a finales de agosto varía entre 14 y 20 °C, lo que podría ayudar a los pilotos a gestionar incluso los compuestos más mórbidos, como se vio en la carrera del año pasado cuando Tsunoda rodó 50 vueltas con el neumático blando.
Otro factor a tener en cuenta es la proximidad del circuito con la costa, lo que provoca que el viento cubra a menudo la pista de arena, reduciendo así el agarre disponible.
Las condiciones de la cita del año pasado fueron tan cambiantes que se utilizaron los cinco tipos de neumáticos disponibles. El más usado fue el Blando, elegido para el inicio por 19 de los 20 pilotos, siendo Hamilton el único en arrancar con el Medio.
La lluvia cayó inmediatamente después, lo que hizo necesario el uso del Cinturato Intermedio, opción que volvió a ser imprescindible en el tramo final, después de un largo período en el que se utilizaron cubiertas lisas.
Tres corredores, la pareja de Red Bull y Esteban Ocon probaron incluso el Cinturato Azul de lluvia extrema. Se produjeron muchos adelantamientos y un récord de 82 paradas en boxes.
En condiciones estables de seco, las simulaciones previas apuntan a que una detención será la estrategia más rápida, especialmente porque, en teoría, adelantar es complicado, ya que la pista es muy estrecha y cuenta con pocas rectas.
Si hace calor, los compuestos más duros deberían ser los preferidos, pero si las temperaturas bajan, el Blando podría convertirse en una opción viable.
El circuito de Zandvoort ha acogido, desde 1952, las 33 ediciones del Gran Premio de los Países Bajos. El escocés Jim Clark ha ganado en cuatro ocasiones, récord que podría igualar este año Max Verstappen, vencedor de las tres carreras celebradas desde el regreso de la Fórmula 1 a esta zona.
En la clasificación del sábado, el piloto de Red Bull también podría pasar a encabezar la tabla histórica de pole positions en este trazado, ya que actualmente está empatado a tres con René Arnoux.
En cuanto a podios, registro igualado entre Jim Clark y Niki Lauda con seis cada uno. En clave de equipos, Ferrari lidera en victorias (8) y presencias en el cajón (25), mientras que Lotus tiene la mayor cantidad de pole positions (8).
