Los parisinos votarán si los SUV deben pagar tarifas de estacionamiento más altas. La alcaldesa ha dicho que está luchando por una ciudad más verde.
¿La capital francesa abrirá el camino contra los vehículos de gran tamaño?
El estilizado coche rojo, salpicado sobre un fondo negro, parece ciertamente amenazador. La pregunta planteada en los carteles que adornan las calles de la capital francesa antes del referéndum del domingo es retórica: «¿Quieren más SUV en las calles de París o menos?»
La alcaldesa Anne Hidalgo espera que los 1,3 millones de parisinos con derecho a voto opten por esta última opción. «Cuanto más grande, más dañino para el medio ambiente», así resume la política de centro izquierda su opinión sobre los coches. Es en torno a esta postura, y a otras, que ha estado remodelando radicalmente París en los últimos años.
Hidalgo ha dicho que quiere hacer la ciudad más respetuosa con el medio ambiente y mejorar la calidad de vida. Señala estudios que muestran que más de la mitad de los residentes de la ciudad respiran aire de mala calidad.
Para hacer París «más verde», el alcalde ya ha declarado las orillas del Sena zona peatonal a pesar de la enorme resistencia, ha cerrado al tráfico la arteria principal del centro histórico, la Rue de Rivoli, y ha introducido una velocidad de 30 kilómetros por hora ( aproximadamente 18,5 millas por hora) límite de velocidad en toda la ciudad.
También eliminó plazas de aparcamiento y creó nuevos carriles bici. Para 2026, París aspira a ser 100% amigable con las bicicletas.
225 euros por seis horas de estacionamiento
En la votación del domingo no se trata de una prohibición total, sino de una propuesta para disuadir a los conductores de SUV con altos precios de estacionamiento. Los ciudadanos se decidirán «a favor o en contra de la introducción de una tarifa especial para el estacionamiento de vehículos pesados, voluminosos y poco respetuosos con el medio ambiente», conocidos como SUV, acrónimo de vehículo utilitario deportivo.
Si Hidalgo se sale con la suya, las tarifas de estacionamiento para automóviles con motores de combustión o propulsión híbrida enchufable y un peso de más de 1,6 toneladas (2 toneladas para vehículos eléctricos) se triplicarán en los distritos centrales de París a 18 euros (19 dólares) por hora. Por seis horas en el centro el coste será de 225€. En las zonas periféricas, la primera hora es sólo algo más barata: 12 €.
¿Primero los SUV y luego el resto?
La asociación francesa de conductores de automóviles 40 millones de automovilistas se opone a la iniciativa. Con una petición en línea titulada «Basta de luchar contra los SUV», el grupo se moviliza contra el proyecto, que podría tener repercusiones mucho más allá de la capital. Los políticos de otras ciudades francesas importantes, como Lyon, Burdeos y Grenoble, ya están discutiendo tarifas de estacionamiento más altas para los coches grandes.
Como en otros países de la UE, los SUV son un vehículo especialmente popular en Francia. Según la asociación, este tipo de vehículos representó casi la mitad de las nuevas matriculaciones en el primer semestre de 2023. Además, la organización cree que la lucha contra los SUV es sólo el comienzo. «Se trata de erradicar el coche por completo», afirmó.
Excepciones a la regla
Los residentes de la capital francesa pueden ser más optimistas sobre el referéndum, ya que hay una serie de exenciones previstas para la norma propuesta. Los residentes parisinos y los comerciantes estacionarios que estacionen en sus zonas de estacionamiento, los taxistas en paradas especiales, los comerciantes y los profesionales de la salud no se verán afectados.
Para dejar claro su punto de campaña, las asociaciones medioambientales francesas, así como la de Hidalgo, señalan las altas emisiones liberadas por estos vehículos pesados. También han destacado cuestiones de seguridad vial, así como cuestiones sobre el uso del espacio público.
Según las autoridades de la ciudad, los SUV son dos veces más mortales para los peatones que los coches normales. «La votación tiene como objetivo enviar un mensaje a los fabricantes de automóviles y su avidez de ganancias.
El hecho de que estén vendiendo deliberadamente vehículos cada vez más grandes, que consumen más combustible y son más caros pone en peligro la transición verde», argumentaron las autoridades de la ciudad.
París, liderada por los Verdes y el centroizquierda
Desde que asumió el cargo, Hidalgo ha hecho de la política ambiental audaz una parte clave de su marca política. «Actualmente nos encontramos en medio de un proceso de cambio. Y lo más difícil de esta fase es que debemos cambiar nuestros hábitos», dijo Hidalgo en una entrevista televisiva hace unos años.
A nivel local, la estrategia ha dado sus frutos para el político, que pertenece al Partido Socialista de centroizquierda. Si bien Hidalgo obtuvo menos del 2% de los votos a nivel nacional en su desafortunada candidatura presidencial hace dos años, le fue bien en las elecciones municipales de principios de 2020. Su coalición roja y verde derrotó a sus rivales con facilidad.
¿Un límite de velocidad de 50 km/h en las autopistas urbanas?
Si Hidalgo tiene éxito con la introducción de tarifas de estacionamiento más altas, los conductores de automóviles tendrán que prepararse para nuevas restricciones.
A partir de 2025, París planea prohibir los vehículos diésel fabricados antes de 2011. Este ejemplo, sin embargo, muestra también la dificultad de imponer prohibiciones. Se suponía que la nueva regla entraría en vigor a principios de este mes, pero Hidalgo no pudo llevarla a cabo.
Después de los Juegos Olímpicos de verano de París, que comenzarán a finales de julio, el límite de velocidad en la concurrida carretera de circunvalación de la ciudad, el Perépherique, se reducirá de los actuales 70 kilómetros por hora a 50 kilómetros por hora (unas 30 millas/hora). .
Cualquiera que sea el resultado de la votación del domingo sobre los SUV, los conductores en París pronto tendrán cada vez menos espacio para maniobrar.
